UN TEMA PENDIENTE CON LA MADRE
Hacia la madre suele recaer un gran reproche: “Podrías haberlo hecho mejor, podrías haberme querido como a mí me hubiera gustado, etc”….
Pero no fue así, porque no pudo!
La madre es una mujer corriente, lastrada por la vida, troquelada al margen de su voluntad, tal vez coja en muchas de sus expresiones de amor o reconocimiento, producto de su sistema psico emocional familiar, en donde no pudo elegir.
Les tocó ser así, un poco como sus madres o ancestras…!
Sin embargo, nos quieren o nos han querido.
¡Es muy miserable poder pensar que una madre es “mala” por elección!
¿Creemos que una madre “elige” abandonar a un hijo, maltratarlo, etc…?
Toda madre, por básica que sea, tiene el instinto de amar y cuidar lo mejor que puede al hijo.
Nadie elige sus programas: Unos tienen la oportunidad de evolucionar, comprender y transformarse. Otros no! De qué depende… nadie lo sabe…
Te toca, como te toca venir a la vida a través de una familia u otra, con todas las diferencias que pueden existir dentro de este mundo y del género humano.
Sin embargo, hemos de seguir adelante, a pesar de los muchos momentos de intenso dolor que puedan seguir sintiéndose como un eco lejano y persistente una y otra vez por heridas que nunca fueron cerradas en el niño interno.
¡La diferencia es que ahora somos mayores y podemos elegir!
No podemos cambiar el pasado, pero sí podemos cambiar la mirada al pasado.
No podemos pretender pensar que ellas deberían de cambiar o que deberían de haber sido diferentes, pero NOSOTROS SÍ PODEMOS CAMBIAR.
Tomar conciencia nos permite eliminar juicios y liberar nuestro dolor, dando entrada hacia una nueva comprensión de lo que fue y pasó y evolucionar lo mejor que sabemos y podemos con todos los recursos que sí nos dieron.
SOLO NOSOTROS PODEMOS PERDONARNOS EL DOLOR O LA CARENCIA SUFRIDA.
A ellas nos les hemos de perdonar nada. ¡Hicieron lo que pudieron!
Por tanto:
“Gracias mamá por haberme querido como has sabido y podido. Para mí está bien. Uno de los regalos que también me llevo es todo aquello que no me diste, porque eso me permitió crear algo grande por mi misma, a través de todos los recursos que sí me diste. Ahora, con lo único que te puedo pagar es disfrutando de la vida que me has dado.
Gracias mamá!”
…. ¡DISFRUTAR LA LIBERTAD DE PODER AMAR A LA MADRE TAL Y COMO ES, TAL Y COMO HA SIDO, ES UN PASO DECISIVO HACIA LA AUTÉNTICA LIBERTAD PERSONAL!