Hemos venido a vivir y a veces nos perdemos por el camino…
Lo primero que me permito para escribir sobre VIVIR en mayúsculas, es elegir confiar en el proceso de la vida.
A veces la vida nos aporta pruebas duras.
Así que muchas veces nos quedamos bloqueados sin tirar adelante y sin vivir.
Toda la fuerza la perdemos en querer excluir eso que nos ha tocado, sin darnos cuenta que al poner el poder y la fuerza ahí, en la queja y el enfado, culpando a la vida o a los otros, nos desvitalizamos y enfermamos.
Pero tras el gran problema podemos advertir el gran maestro o la gran enseñanza…
El problema es el gran motor de la evolución.
…Vivir es incluirlo todo… Todas las experiencias forman parte del mismo pack.
El crecimiento hacia más vida sólo es posible cuando podemos mirar hacia cualquier acontecimiento con una mirada libre de tendencia, asumiendo que eso es así e incluyéndola.
Pudiendo decir, aunque cueste: ´´Sí, con eso elijo vivir´´.
Hemos venido a experimentarlo todo. Luz/oscuridad, si/no; amor/odio, vida/muerte, … víctima/verdugo, etc..
La fusión de ambas polaridades, llamada reconciliación es la más poderosa energía, al servicio de la vida y evolución de la humanidad.
Querer vivir sólo una polaridad es como si quisiéramos quitar las noches a los días. No sería posible.
Nosotros somos los vehículos en los cuales se opera la evolución real, a través de la integración
de ambas polaridades. De ahí surge esa fuente de conciencia y despertar.
El crecimiento, como la vida, funciona a saltos: no hay inspiración que nos permita vivir sin una previa espiración.
Sólo hemos venido a VIVIR.
Lo grande e importante parece que se nos escapa. No lo podemos controlar, ni entender ni saber.
Es por lo que tan sólo nos incumbe aproximarnos cada vez más al fenómeno de VIVIR.
¿Elegimos agradecer estar vivos o nos enfadamos por no haber sido todo mejor?
Las personas más felices son las que asumen y toman todo lo que les ha tocado vivir, con toda la amplitud, toda la inclusión de lo más difícil. Soltando la víctima, la queja.
Ser agradecidos con la vida nos alegra y nos sana.
Ocurre desde el estado adulto. De ahí surge la paz.
Vivir también es sabernos continuidad de nuestro sistema familiar, a través del cual servimos y reparamos… dando a la vez alegría y continuidad al gran animal humano.
Vivir es situarnos como persona ordenada en el lugar que toca. De hijo respecto a sus padres; de padre respecto a sus hijos; de pareja respecto a a pareja, etc..
Vivir es también podernos dar el permiso a desoír expectativas familiares o sociales para realizarnos como ser adulto y libre.
Vivir es estar en el presente, aquí, ahora.
Es experimentar, confiar y dejar de controlar.
Vivir es agradecer.
Vivir es amar.